Antes de que la IA estuviera en todos lados... incluso antes de las computadoras, Alan Turing imaginó lo imposible.
Junto a su equipo de matemáticos y criptógrafos, creó una máquina analógica capaz de descifrar lo que en ese momento se consideraba el sistema de cifrado más complejo del mundo: la máquina Enigma.
Sin pantallas, sin chips, sin código. Solo engranes, cables y mucho ingenio. Turing no solo cambió el rumbo de la Segunda Guerra Mundial: abrió la puerta a la era digital.
Pero mientras salvaba millones de vidas, él lo perdió todo por ser diferente. ¿Fue justo su castigo? ¿Qué habría logrado si hubiera seguido vivo? ¿Cómo sería hoy la tecnología?
💡 Esta historia real fue llevada al cine en Código Enigma (The Imitation Game), con Benedict Cumberbatch y Keira Knightley.
👉 También puedes ver cómo funcionaba la máquina Enigma (sin procesadores ni chips):
Ver video explicativo de la Enigma Machine
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